En 1973, mi amigo Ricardo y yo éramos dos jóvenes brasileños, así como miles de jóvenes de todo el mundo, mochileros viajeros en India. Ninguno de los dos tenía proximidad con algún tipo de misticismo, pero, estando en un país con tantos atractivos espirituales, nos pareció natural experimentar todo lo que pudiésemos.
Y fuimos muy afortunados por haber escogido un curso de meditación Vipassana. Sería realizado en Madras (hoy Chennai). Allá fuimos. El lugar del curso era una casa grande en la ciudad. El alojamiento para estudiantes era escaso, por lo que recuerdo, solamente un o dos cuartos para hombres y tal vez lo mismo, para mujeres. Como no era suficiente, varios de nosotros tuvimos que instalarnos en la sala de meditación. Entonces, ¡imagine tener que pasar los diez días completos dividiendo el mismo espacio con su mochila!
La gerencia, formada como siempre por estudiantes antiguos, tanto indios como extranjeros, así como los estudiantes, hicieron lo mejor que pudieron frente a las condiciones difíciles. Muchos estudiantes desconcertados por las reglas y la incomodidad, tuvieron que ser monitoreados de cerca y algunos desistieron.
Pero para todos los que nos quedamos… ¡Fue genial! ¡El profesor era Goenkaji!
Goenkaji a pocos metros de ti, ¡Sin micrófono! y ¡qué decir sobre sus cánticos!!!
El curso continuó, dia tras día, con cada vez más entusiasmo por parte de los estudiantes, principalmente durante las charlas nocturnas. Este fue uno de los primeros cursos impartidos por Goenka-ji cuando él volvió a la India. Cada vez que lo recuerdo o le cuento a alguien sobre esta experiencia, ¡Siento la misma felicidad!
Definitivamente mudó mi vida. Soy muy afortunado.
Envío aquí algunas fotos del último día del curso.
¡Que sea feliz, y que todos los seres sean felices!
Metta para todos.
Estudiante antiguo – Vipassana