Cursos de Vipassana en cárceles de Mongolia

Cursos en las cárceles sorprenden tanto a reclusos como a autoridades

mongolia

Publicado en Vipassana Prison Newsletter – Vol XIII – 2018 

Los cursos Vipassana se llevan a cabo en cárceles de todo el mundo. En Mongolia, un vasto país de Asia que tiene el doble de tamaño de Texas, estos cursos en cárceles se vienen haciendo durante más de 10 años y han crecido exponencialmente. Entre 2006 y 2008 se organizaron tres cursos de 10 días en la cárcel de mujeres de Mongolia. Fueron muy benéficos pero, debido a distintas circunstancias, no pudieron continuarse. Como consecuencia, no fue sino hasta 2014 que volvieron a realizarse estos cursos en las cárceles, cuando el Ministro de Justicia, estudiante antiguo de Vipassana, les preguntó a los voluntarios del Comité de Cárceles local si darían cursos en una cárcel de hombres. La respuesta fue positiva, siempre y cuando se reunieran las siguientes condiciones: que al menos tres guardias asistieran a cada uno de los cursos de ese año en algún centro Vipassana cercano; que la comida en los cursos en cárceles se prepare según el menú de los Centros Vipassana, y que luego del primer curso, a los prisioneros se les dé tiempo y espacio para poder continuar con la práctica grupal diaria.

El Ministro de Justicia y las autoridades presidiarias llegaron a un acuerdo y, en el transcurso de los próximos meses, alrededor de 75 funcionarios del gobierno participaron de los cursos Vipassana, sentados. Los oficiales de justicia tenían confianza en que ello daría buenos resultados. Las autoridades presidiarias no tanto, porque los resultados de otras meditaciones y de programas de yoga habían sido escasos. Luego, para sorpresa de los funcionarios del presidio, los voluntarios del Comité de cárceles pidieron permiso para ingresar a la prisión más peligrosa del país. Los funcionarios estuvieron de acuerdo y así fue que fueron a la tristemente célebre Prisión Maanit.

Dentro de la Prisión Maanit los voluntarios organizaron charlas orientativas y proyectaron documentales como Cumpliendo condena, Cumpliendo Vipassana (Doing Time, Doing Vipassana) y Hermanos del Dhamma (The Dhamma Brothers). Cuarenta y tres prisioneros pidieron anotarse en el primer curso, entre los que figuraban reclusos con antecedentes de problemas de conducta. El curso transcurrió bien y los efectos positivos de Vipassana salieron a la luz: un año después, ninguno de los estudiantes que se había sentado en el curso había tenido un solo problema de disciplina. Los miembros del Comité de voluntarios volvió en el 2015 para realizar un curso más largo y para filmar un documental de 40 minutos. Este documental explica cómo Anapana y Vipassana purifican la mente y toma en cuenta los desafíos a los que se enfrentan las personas cuando se transforman para mejor. Estos desafíos fueron, en su mayoría, expresados por los reclusos.

El video fue enviado a las 25 prisiones mongolas, motivando a sus administradores a que soliciten los cursos para sus instituciones. Cientos de reclusos se inspiraron a participar al ver a otros reclusos mongoles practicando Vipassana y beneficiándose enormemente. En 2017, se organizaron cuatro cursos de 10 días para 55, 161, 203 y 233 reclusos, respectivamente. Según un Profesor de Vipassana local y miembro del Comité de cárceles, el éxito de este programa fue debido, en gran parte, a los oficiales de la prisión. No sólo que docenas de ellos participaron de al menos un curso Vipassana, sino que sirvieron como voluntarios del Dhamma durante los cursos y terminaron implementando meditaciones grupales matinales y nocturnas para los reclusos que habían participado de los cursos Vipassana.

El curso más reciente, en febrero de 2018, se llevó a cabo en una cárcel de máxima seguridad y en él participaron 125 reclusos, entre los que había 61 estudiantes antiguos. Los estudiantes antiguos meditaron tan tranquilamente y con tanta sinceridad que afectó mucho a los novatos. “Fue un curso, simplemente, pacífico”, dijo el profesor. “Los estudiantes estaban más tranquilos que en los cursos regulares de nuestro Centro”.

Los funcionarios del Gobierno han firmado un acuerdo a largo plazo con el Comité de cárceles para realizar al menos cinco cursos al año en las prisiones de Mongolia. Con la cooperación de las autoridades presidiarias, los miembros del Comité están planeando meditaciones grupales semanales y cursos de un día para reclusos recientemente liberados

Tendrán lugar en una prisión en el centro de la ciudad capital, de manera que antiguos reclusos puedan volver a la prisión sólo para meditar juntos.

Esta entrada foi publicada em Noticias. Adicione o link permanente aos seus favoritos.