Recordando a Tandonji

Shri Satyendranath Tandon, en 2010

Publicado en Boletín Vipassana Internacional – 18 de febrero, 2017 – Vol. 44, nº. 1

Durante muchos años, en la India, una figura familiar en las actividades de Vipassana fue Shri Satyendranath Tandon o “Tandonji” como era llamado cariñosa y respetuosamente. Era una figura serena, caminando lento en sus últimos años, pero siempre sonriente,e irradiando buena voluntad. Parecía que nada jamás podría sacudir esa roca de equanimidad. Sin embargo, en la realidad, en una vida larga y diversificada, Tandonji enfrentó muchas adversidades y sufrió muchos reveses. Aceptó las desventuras sin reclamos y las utilizó para tornarse un ser humano mejor.

El Inicio

Tandonji nació en una familia que amaba el conocimiento y valoraba la vida espiritual. Su padre era director de una escuela de medicina india tradicional, en Lahore, capital de Punjab. El joven Tandonji era estudioso y cuando estaba más anciano, acostumbraba recordar su hábito de mantener un libro abierto sobre el manubrio de su bicicleta, con el fin de leer de camino a la escuela. Por qué perder tiempo, cuando podía utilizarlo productivamente?

TandonjiColegioTandonji como estudiante (primera fila, segundo a partir de la izquierda)

Se destacó en sus estudios y su materia predilecta era el sánscrito. Sin embargo, era un niño tímido, y un sentimiento de inferioridad le pesó durante mucho tiempo, hasta bastante después de adulto.

Uno de sus primeros empleos estaba involucrado con la gestión de las cuentas de una institución religiosa, en Calcuta. Impresionado por la honestidad del joven, su jefe le dio el nombre de “Satyendranath” (“Maestro de la verdad”).

Fuga para Delhi

El 15 de agosto de 1947, millones en toda la India festejaban la conquista de la independencia. Para muchos, dentro de todo, esta fué una época de amarga tristeza. Con el fin, del yugo colonial, la India británica fué rápidamente dividida en dos naciones: Pakistán, predominantemente musulmán y la India, predominantemente hinduísta.

Fue, por primera vez, la mayor migración en masa antes registrada en la historia. Se estiman 14 millones de personas, que huyeron, a través de las nuevas fronteras, para salvar sus vidas buscando seguridad con sus correligionarios. Aproximadamente, se estima que 2 millones de personas murieron durante el caos conflicto entre las comunidades.

tandonjiJoven                                           Satyendranath y Lai Tandon en la juventud

Dado que eran hinduístas, Tandonji y su familia fueron afectados por esa tragedia y tuvieron que abandonar su hogar en Pakistán. Consiguieron llegar a la India salvos, pero en calidad de refugiados.

La familia, eventualmente, encontró un nuevo hogar en Delhi, donde el padre de Tandonji practicaba medicina ayurvédica con la ayuda de su hijo. Él planeaba dar continuidad a su educación y en 1951, se casó.

La tragedia una vez más se anunció, cuando el padre de Tandonji falleció repentinamente. Sin duda, el joven dejó de lado sus ambiciones y asumió la responsabilidad por su madre y por sus hermanas. Sólo después de que el bienestar de la familia fue asegurado, él retomó los estudios.

Vida profesional y Vipassana

Después de haber concluido la educación formal, Tandonji trabajó en diversos empleos, muchos de ellos ligados de alguna forma a la redacción o a la edición. Sus sentimientos de inferioridad le impedian buscar posiciones más desafiantes. Pero, con la motivación de su esposa, LajTandon, él se postuló a una vacante en el prestigioso servicio administrativo del estado de Rajastán y fue aceptado.

La puerta para el éxito profesional fue finalmente abierta. Tandonji ascendió por los escalones del servicio administrativo hasta convertirse Secretario Adjunto de la Secretaría del Interior de Rajastán.

TandonjiHermanos Los hermanos del Dhamma, Tandonji y Ram Singhji, en 2008

Su superior inmediato era el Secretario del Interior, Shri Ram Singh. Eran colegas de profesión que trabajaban juntos y aparentaban más ser hermanos por el afecto que los unia, que colegas de trabajo. Se destacaban o resaltaban, por el fulgor, por la integridad, por la humildad, por la gentileza, por el buen humor y por la mutua consideración que nutrían uno al otro. Shri Ram Singh, cierta vez, dijo, confidencialmente sobre Tandonji “Él es mejor que yo, sabe?”.

En 1974, Ram Singhji asistió con su esposa a un curso de Vipassana. Experimentó el impacto de la meditación y reconoció su potencial para alcanzar cambios positivos en los individuos y en la sociedad. No mucho tiempo después, con motivación de Ram Singhji, Tandonji fue a un curso y quedó igualmente impresionado. Continuó practicando los años siguientes, aunque sus responsabilidades profesionales no le permitiesen meditar tanto cuanto gustaría de haberlo hecho. Cuando finalmente se sentó en un curso largo en Dhamma Giri, tuvo la oportunidad de profundizar más y de eliminar muchos de sus condicionamientos de miedo y de baja autoestima, que lo perseguían. Jamás el sentimiento de inferioridad volvió a perturbarlo.

Diseminando Dhamma

En 1983, a los 55 años, Tandonji se jubiló. En seguida, Goenkaji lo nombró profesor asistente y Tadonji se involucró profundamente en la diseminación del Dhamma.

Como siempre, abordaba sus responsabilidades de forma sistemática, pragmática. Enfatizaba, que los meditadores tenían que representar a Goenkaji apropiadamente. Que precisaban saber lo que tenían que hacer, sean estudiantes o sean profesores, ambos precisaban conocer las fuentes de la enseñanza, los textos explicativos sobre Vipassana. Además de eso, los programas para niños requerían ser planeados y organizados apropiadamente.

Tandonji cubrió tales necesidades al desarrollar talleres de entrenamiento, para profesores asistentes y para servidores del Dhamma. También enseñaba impartiendo talleres de Pali, algunos de ellos, duraban más de un mes. Tandonji desempeñó un papel importante en el desarrollo del programa de cursos para niños.

También, Tandonji viajaba con frecuencia, con el fin de compartir su comprensión y ofrecer ayuda. En gran parte gracias a sus esfuerzos, es que los profesores asistentes, en todo el mundo, trabajan, en la medida de lo posible, de esta manera. Tal consistencia, ha sido tan importante, como las grabaciones de las enseñanzas de Goenkaji,que son la garantía del éxito del programa de profesores asistentes.

Desde el Sur de la India hasta Nepal, desde América hasta Gran Bretaña, desde Australia hasta Taiwan, desde Singapur hasta Francia y Alemania, Tandonji viajó intensamente y en todas partes, los estudiantes lo recibían calurosamente. Él no deseaba atención personal, pero la humildad y la naturaleza dulce de Tadonji atraían personas en todo el mundo.

En 1992, se presentó otro imprevisto. El yerno de Tandonji falleció en un accidente automovilístico, dejando a su hija, viuda con dos niños para educar, en Delhi. Sin ninguna duda o arrepentimiento, Tandonji decidió dedicarse a su familia nuevamente, tal como hizo décadas atrás, en su juventud. Él y su esposa habían estado viviendo en Jaipur con sus hijos. Por este motivo, se mudaron para la casa de su hija, en Delhi.

Tandonji, especialmente, gustaba de tener a su lado a su esposacuando iba a los cursos, talleres o discursos. Ahora, si uno u otro tenían que salir, el otro se quedaba en casa para ayudar. Él aceptó la situación y encontró medios para continuar con el servicio de Dhamma, que era su deleite.

Deleite en el Dhamma

El Dhamma era lo que más le interesaba. La meditación, proveía la estructura para su día. Fuera de eso, dedicaba su tiempo a sus proyectos de escribir, de preparar discursos o planificar talleres. Siempre que la familia necesitaba de él, dedicaba a ella, toda su atención. En caso contrario, el Dhamma lo absorbía por completo. Jamás había un momento para holgazanear. Siempre relataba a sus hijos, cuando eran pequeños, ….

“Su mente es una mina de oro. Continúen cavando, continúen cavando!” Él mismo vivió guiado por este consejo.

Tenía una memoria excelente, aguda, por la vida de estudios. Su hijo más joven, en una ocasión, al encontrar una palabra desconocida, en vez de consultar el significado en el diccionario, eligió el camino más rápido, preguntar directamente a su padre. Tandonji fue capaz de explicarle el significado inmediatamente. Entonces, sonrió y dijo “Tú sabes, hace 40 años encontré esta palabra en mis lecturas!”

A pesar de su memoria aguda y su intelecto penetrante, a pesar del respeto que todos le reservaban, permanecía humilde. Estaba ahí sólo para ayudar. Una vez, un nuevo profesor asistente pidió consejo a Tandonji, sobre cómo responder a las preguntas de los estudiantes. Respondió:

“En mi camisa, tengo dos bolsillos. En el bolsillo derecho guardo monedas regaladas por Goenkaji y en el izquierdo, guardo mi propia moneda. Cuando me siento en el asiento del Dhamma, utilizo sólo las monedas que Goenkaji me dio. Siempre ten esto en mente.”

TandonjiHabitacionEn sus últimos años, Tandonji trabajaba en la tranquilidad de su cuarto, en uno de sus lugares favoritos, que era la hacienda que pertenecía a un colega meditador, próximo a Jaipur.

Tandonji, jamás mantenía control riguroso del dinero que tenia en los bolsillos, el que utilizaba para gastos esporádicos. Aunque su esposa administraba las finanzas de la familia, ella jamás le pidió que rinda cuentas de lo que gastaba. Ella estaba consciente de que debería haber utilizado el dinero para dāna y era regla innegociable para él, que jamás alguien supiera, cuando realizaba una donación.

Tandonji, tenía un profundo amor por los idiomas y por la Lingüística. Aprendió, por cuenta propia, diversos idiomas. En los últimos años, estaba incluso interesado en estudiar Lituano (se dice ser próximo al Pali) y Hebreo (debido a su antigüedad). Hasta el final de su vida, tuvo sed de aprender. A edad avanzada, se enseñó a sí mismo a utilizar el computador. Con la ayuda de su nieto, creó su propio website. Cuando un problema serio en la columna vertebral restringió su movilidad y le impidió que continuase viajando, exploró la posibilidad de usar la videoconferencia, para dar discursos o para enseñar Pali.

Su hija no recuerda si algún día lo vio ponerse furioso o expresar alguna preferencia por algo – ya sean ropas, comida o cualquier otra cosa. La única excepción puede haber sido aquella de pedir un libro específico o cualquier otro material sobre Vipassana.

Últimos años

Cuando Tandonji, alcanzó los 80 años, vio su salud declinar. Cáncer, problemas cardíacos, enfermedad de Parkinson – todas probaron su ecuanimidad. Tuvo que someterse a una serie de cirugías y después pasó un tiempo en casa, recuperándose. Creó coraje al recordar que el mismo Buda experimentó deterioro físico al final de su vida. Tandonji, invertía su tiempo en la meditación o en la edición de sus escritos.

A pesar de su salud débil, se levantaba usualmente a las 4h30 para dar inicio a su día. Dedicaba tres horas diarias a la meditación. El resto del tiempo, hasta las 22h00 o más tarde, se dedicaba a sus proyectos diversos de Dhamma.

Mientras aún se recuperaba de una cirugía, Tandonji fue a la ciudad de Nagpur para conducir un taller de Pali. Un día, sufrió una caída y se golpeó las costillas. El dolor era agudísimo, pero Tandonji, dio instrucciones estrictas de no decir nada a nadie.

TandonjiMeditandoMeditando en el sitio arqueológico de Kapilavastu, semanas antes de fallecer

Tandonji, siempre esperó visitar el Centro de Vipassana de Sravasti, próximo al sitio de Jetavana Vihara, donde el Buda pasó muchos monzones. Algunos meditadores aceptaron el desafío de organizar una peregrinación, para él, en sus últimas semanas de vida. Al fin, fueron no sólo a Jetavana, sino que también a Lumbini y a Kapilavastu (o sea, el sitio donde el Buda nació y la ciudad donde creció), así como también Kushinagar (donde el Buda dio su último suspiro).

En sus últimos días, cuando estaba en el hospital, aún hablaba de proyectos que deseaba implementar, sobre Vipassana. Su última conversación, fue con un viejo amigo, Shri Vimalchand Surana, que vino de Jaipur para verlo. A pesar que el hablar se estaba poniendo difícil para él, nuevamente Tandonji, conversó sobre todo el trabajo en Dhamma que pretendía realizar.

Aunque la práctica de Vipassana desarraigo para siempre su sensación de inferioridad, hasta el final de su vida, evitaba ser el centro de atención. Contribuyó para innumerables libros publicados por el Vipassana Research Institute, pero en sus años finales, solicitó que su nombre sea removido de todos. Porque para Tandonji, la enseñanza importaba, se sentía, no así el individuo que ayudó a colocarlo en el papel. Amaba recordar el ejemplo de Hatthaka, un discípulo del Buda. Este hombre poseía ocho cualidades maravillosas, y la octava era la, que intentaba cerciorarse de que nadie sepa que poseía cualquiera de esas cualidades. Tandonji, a veces, recitaba un poema anónimo:

Una vieja y sabia lechuza, se posó en un roble. Cuanto más se daba cuenta, menos hablaba. Cuanto menos hablaba, más escuchaba.

No debiéramos ser todos iguales a esa vieja ave sabia?

Shri Satyendranath Tandon nació el día 29 de julio de 1928. Su vida terminó el día 20 de mayo de 2015. Que pueda ser feliz, estar en paz y liberarse.

Fuente: https://news.dhamma.org/pt-br/2017/02/remembering-tandonji/

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