“Con acciones, visión y rectitud,
Con la virtud, la vida más sublime-
Con estos son los mortales purificados,
Y no con el linaje y la riqueza” (M.iii, 262)
“Quien posee constante virtud,
Tiene entendimiento y está concentrado,
Es hacendoso y diligente también,
Cruzará el torrente tan difícil de cruzar” (S.i. 53)
¿Se atreve alguien a poner límite
A los beneficios que trae la virtud,
Sin cuya virtud, los hombres del clan
No encuentran afianzamiento en la dispensa?
Ni el Ganges, ni el Yamuna
Ni el Sarabhu, Sarassathi,
O el fluyente Acivarati,
O el noble río de Mahi,
Es capaz de lavar la mancha
En las cosas que respiran aquí en el mundo;
Pues solo el agua de la virtud puede
Lavar la mancha en los seres vivos.
Ni brisas que vengan trayendo lluvia,
Ni bálsamo de sándalo amarillo,
Ni collares además o gemas,
O la suave refulgencia de los rayos de luna,
Pueden aquí servir para calmar y aliviar
La fiebre del hombre en este mundo; mientras que
Esta noble. Esta supremamente fresca,
Bien guardada virtud apaga la llama.
¿Dónde se encuentra la fragancia
Que con la fragancia de la virtud pueda compararse,
Y que va contra el viento
¿Tan fácilmente como con este? ¿Dónde
Puede otra igual escalera encontrarse
¿Que suba, como lo hace la virtud al cielo?
¿O aún otra puerta que dé a la Ciudad del Nibbana?
Por mucho que brillen, no hay reyes
Adornados con joyas y perlas
Que brillen como lo hace un hombre restringido
Adornado con el ornamento de la virtud.
La virtud acaba enteramente
Con el miedo al autoreproche y similares;
Su virtud a los virtuosos
Da siempre alegría por su fama.
De este breve esbozo puede saberse
Cómo la virtud trae recompensa y cómo
De todas las buenas cualidades
Roba a cada falta su poder.
Extracto de “El sendero de la purificación”, Visuddhimagga