El Dhamma en Myanmar

por S. N. Goenka

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(Lo que sigue es un extracto traducido de un artículo publicado originalmente en hindi bajo el titulo de “Toda la gratitud a Myanmar” en la edición de octubre de 1997 de “Vipashyanaa Patrika”)

En época del Buddha, Ukkalapati era el rey de Ukkala en Myanmar (Birmania), Tapassu y Bhallika eran comerciantes allí. Los hermanos viajaban con frecuencia entre Myanmar y la India, negociando sus mercancías. En uno de estos viajes atravesaron el bosque de Uruvela con 500 carretas de bueyes cargadas con las mercancías que habían traído por barco desde Myanmar a Tamralipti. Allí en el bosque encontraron a Buddha El noble había pasado solo siete semanas experimentando la dicha de la plena iluminación y estaba sentado al pie del árbol de Rajayatana, cerca del árbol de Bodhi. Los dos hermanos le presentaron bollos de miel y arroz, siendo ésta la primer comida de Buddha después de alcanzar la plena iluminación.

Tapassu y Bhallika recibieron ocho rizos de cabello de la cabeza de Buddha. Decidíeron volver inmediatamente a Ukkala. Allí el rey construyó el Botathoung, el Sule, y las famosas pagodas de Shwedagon. Allí engarzó con reverencia los rizos de cabello, que hasta la fecha veneran los visitantes.

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En su encuentro en Uruvela, Tapassu y Bhallika no escucharon ninguno de los discurso del Buddha sobre el Dhamma. Fue sólo más adelante que el iluminado expuso por primera vez su enseñanza en el Parque de los Ciervos cerca de Banaras.

Tras depositar las reliquias del cabello de Buddha en Ukkala, los hermanos volvieron a Magadha y recibieron la enseñanza del Dhamma de Buddha en Rajagaha. Como consecuencia, Bhallika se hizo monje y se convirtió en un arahant; una vez liberado, siguió sirviendo a los demás. Tapassu se convirtió en un sotapanna; siguió siendo padre de familia; él continuó como comerciante. Fue a través de estos dos que la enseñanza de Buddha llegó por primera vez a Myanmar.

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Los indios que habían establecido un centro en el sur de Myanmar en las desembocaduras de los ríos Citranga (Sittanga) y Salavana (Salween) le dieron el nombre de Suvannabhumi (Tierra Dorada). En aquellos tiempos, éste lugar era un centro de comercio internacional muy importante. Abarcaba una gran parte del sur de Myanmar, parte de la actual Tailandia al este, y no sólo de Dhanasirin (Tenasserim) sino también de toda la península Malaya moderna, al sur.

Durante el curso de la vida de Buddha, Siharaja fue el gobernante de Suvannabhumi. Él había establecido la ciudad de Sudhammavati como capital. Sudhammavati era una ciudad portuaria que hoy en día se llama Thaton. Es muy probable que él estableciera también el puerto de Sihapura (Singapur) en el extremo sur de Suvannabhumi.

En aquellos días Gavampati, un residente de Mithila en el centro de la India, había obtenido la enseñanza de Buddha. Se convirtió en un arahant y se dirigió a Suvannabhumi a enseñar el Dhamma a Siharaja, que había sido su hermano en una vida pasada, así como a otras personas que allí vivían. Así pues, la enseñanza de Buddha alcanzó el sur de Myanmar por segunda vez. Según las escrituras del Pali, el Venerable Gavampati estableció el Buddha-sasana (enseñanzas) en Suvannabhumi en el octavo año después de la parinibbana de Buddha.

Al finalizar el tercer Consejo del Dhamma bajo el patrocinio del emperador Asoka, el Venerable Moggaliputta Tissa envió Dhammadutas (mensajeros del Dhamma) a diversos países para difundir la benéfica enseñanza de Buddha. Los arahants Sona y Uttara fueron enviados a Suvannabhumi. En aquel momento, el gobernante de Suvannabhumi era el rey Sirimasoka, y la capital era Sudhammavati. Al llegar, estos Dhammadutas enseñaron primero el Brahmajala Sutta. Muchas personas, impresionadas por estas enseñanzas, se establecieron en el verdadero Dhamma y muchas otras abandonaron sus hogares y se convirtieron en monjes.

El hecho de que éste sutta fue el primero que se predicó en Suvannabhumi es muy indicativo. Es evidente que los indios que llegaron a Suvannabhumi antes de la época de Buddha se vieron limitados por varias creencias filosóficas, y estas creencias habían dejado una profunda impresión en la población local. Como resultado del impacto del Venerable Bhallika arahant , así como del Venerable Gavampati arahant, la gente había empezado a comprender que la sabiduría se basa en la experiencia directa y no en la especulación. Sin embargo, las falsas creencias filosóficas que habían prevalecido en el pasado siguieron teniendo una fuerte influencia en muchas personas. Sona y Uttara comenzaron a disipar estas creencias. Por lo tanto, puede decirse que solamente a partir de aquel momento, la pura enseñanza de Buddha se estableció realmente en Suvannabhumi, extendiéndose desde allí a otras partes.

En los siglos que siguieron, en Myanmar jamás se llegó a perder del todo la enseñanza de Buddha. Cuando la enseñanza se vio debilitada, especialmente en Vinaya, se renovó desde Sri Lanka. La base de la enseñanza de Buddha siempre se mantuvo firme, y es por eso que el quinto y sexto consejo del Dhamma se celebraron allí con éxito.

El Dhamma puro que los discípulos de Buddha, el Bhallika arahant  y el Gavampati arahant, enseñaron al pueblo de Myanmar no se ha limitado solamente al sila (moralidad). El mismo Buddha no se limitó a dar discursos sobre sila; él también enseñó cómo desarrollarse en sila obteniendo el control de la mente con la práctica de samadhi (concentración mental), y también enseñó cómo alcanzar la purificación total de la mente con la práctica del pañña (sabiduría, conocimiento). El Noble Sendero Óctuple sólo se ha completado con la inclusión de estas tres prácticas. Por lo tanto, los discípulos arahants de Buddha hicieron más que simplemente dar discursos sobre sila; enseñaron samadhi  para desarrollar la concentración de la mente y Vipassana para purificar la mente. Sólo a través de la purificación mental se establece realmente una persona en sila, porque es así como se elimina el mal hábito de generar profanaciones en las profundidades de la mente. Cualquier arahant  que fuera a otro país y estableciera el Dhamma indudablemente debió haber enseñado a la población local la técnica de Vipassana, que es la enseñanza práctica que enseñó Buddha como método para transformar la vida. Sin embargo, es cierto que el Dhamma puro, que los arahants Bhallika y Gavampati habían enseñado bajo la forma de Vipassana, se contaminó en el plazo de 275 años después de la época de Buddha. A excepción de unas pocas personas que lo preservaron en su pureza prístina, la enseñanza se corrompió.

Por lo tanto, cuando los arahants Sona y Uttara con cinco de sus discípulos vinieron a Myanmar, en primer lugar enseñaron el Brahmajala Sutta. Este contiene una lista y la refutación de los 62 tipos de puntos de vista filosóficos de la eternidad o del nihilismo, tal y como los comprenden la mayoría de las personas; al mismo tiempo, es un importante sutta sobre la meditación Vipassana. Al describir técnicas de meditación corruptas y deficientes, el sutta explica los puntos débiles de las visiones filosóficas sectarias que son el resultado de la práctica de estas técnicas, y también enseña el camino de la liberación absoluta de la rueda de la existencia a través de la práctica de Vipassana. Los arahants Sona y Uttara mostraron el camino para lograr la verdadera liberación a través de la Vipassana, y ésta técnica se mantuvo en su forma pura durante siglos en el estado de Mon al sur de Myanmar. Junto con esta patipatti pura (práctica de la meditación), el pariyatti (estudio teórico) del Tipitaka también se conservó allí en su forma pura.

Fue sólo gracias a la Vipassana que los sanghas del sammuti y del paramattha, del sekkha y del asekkha sanghas siguieron vivos aquí de generación en generación. El término sammuti sangha denota bhikkhus ordinario que todavía no ha podido alcanzar la etapa del ariya pero se esfuerzan por ello. Sekkha bhikkhus son los que se han convertido en ariyas; es decir, han logrado una de las tres primeras etapas de la iluminación, ya sea como sotapanna (‘el que entra en la corriente’), sakadagami (‘el que ha vuelto una vez’) o anagami (‘el que no vuelve’). La etapa del asekkha o del paramattha es la etapa de un arahant, una persona completamente liberada. Todas estas etapas, sekha oasekha, sólo se pueden alcanzar con la práctica de la Vipassana. Por lo tanto, es evidente que la técnica Vipassana fue preservada en su pureza prístina por muchos siglos en el sur de Myanmar. De la misma manera, toda la literatura del Tipitaka se conserva adecuadamente allí, al principio en forma oral (por la memorización) y posteriormente en forma escrita.

En el norte de Myanmar, sin embargo, tanto el Tipitaka como la técnica Vipassana se habían perdidos. Por esta razón, allí el Dhamma se corrompió por completo. Los maestros espirituales de la época, llamados Aris, eran totalmente inmorales. Aunque se llamaban a si mismos bhikkhus, eran una deshonra al Sangha. Ésta era la situación en la mitad del siglo XI, cuando el rey Anuruddha (Anawratha) reinó en su capital de Pugram (Pagan). Un arahant bhikkhu llamado Dhammadassi proveniente del sur de Myanmar se enteró de la situación. Conmovido por la compasión, viajó a Pagan, conoció a Anurudddha y le enseñó. El rey se sintió profundamente impactado. A diferencia de la enseñanza corrompida de los monjes inmorales, encontró el Dhamma puro muy atractivo, conforme y beneficioso. Por lo que lo aceptó de buena gana.

Para establecer el Dhamma puro en su reino, el rey Anuruddha le pidió el Tipitaka al rey Manua, el gobernante de Thaton (Suddhammavati) en el sur. Pero el rey Manua se lo negó. El poderoso Anuruddha se enfadó, invadió Myanmar del sur y conquisto Thaton. Allí encontró treinta volúmenes del Tipitaka, y los llevó con reverencia hasta Pagan, cargándolos sobre treinta elefantes. También llevó al derrotado rey Manua y a su familia, dándoles un palacio donde vivir. Así pues, el pariyatti y el patipatti puros llegaron al reino de Pagan en el centro de Myanmar. Y, al cabo de unos años, se estableció gracias al servicio desinteresado de los monjes meditadores que habían llegado hasta allí. Desde entonces, no ha vuelto a fallar el esfuerzo por preservar ambos aspectos del Dhamma en su forma pura.

El arahant bhikkhu Dhammadassi, progenitor de todo este movimiento, se mostró satisfecho con su éxito. Viajando más hacia el norte, se alojó en las pacíficas cuevas de las colinas de Sagaing, en la ribera occidental del río de Irrawaddy. Así pues, allí también se reestableció el Dhamma puro. En los años posteriores, muchos monjes que buscaban la liberación acudieron a él para aprender la técnica de Vipassana. Incluso después de su parinibbana, las colinas de Sagaing siguieron siendo un centro beneficioso para la meditación Vipassana. La enseñanza de Vipassana se ha mantenido de generación en generación por una cadena continua de maestros y estudiantes. Es cierto que la mayoría de los bhikkhus se inclinaban hacia el pariyatti (el estudio y la enseñanza del Tipitaka), mientras que solo unos pocos estaban interesados en el patipatti (la práctica de Vipassana). Sin embargo, estos pocos bhikkhus que practicaba Vipassana conservaron la técnica en su pureza prístina en una tradición intacta de profesor-alumno.

La historia no registra los nombres de estos profesores ni de sus alumnos. Pero existe una prueba de que la técnica se ha conservado en su pureza prístina: Hace aproximadamente 125 años, un joven bhikkhu extremadamente inteligente y trabajador, Ledi Sayadaw, había llegado a ser perito en el estudio del pariyatti. Fue a aprender la técnica de Vipassana que aún se enseñaba en las cuevas de las colinas de Sagaing, y después de dominar la técnica, comenzó a enseñarla a otros. Su vihara (monasterio) estaba en la aldea de Ledi cerca de la ciudad de Monywa. Allí meditó la mayor parte del tiempo y enseñó a los otros bhikkhus. En otras ocasiones viajó por Myanmar. Debido a su dominio de pariyatti, fue capaz de escribir muchos libros sobre el Dhamma en pali y en birmano. De éste modo consolidó el pariyatti, y al mismo tiempo mantuvo viva la tradición pura del patipatti enseñando la técnica de Vipassana a varias personas.

Ledi Sayadaw fue un gran santo y bastante previsor. Tenía plena confianza en la predicción de que 2.500 años después de Buddha, la técnica de Vipassana del puro Dhamma volvería a emerger, volvería a la India, y se extendería por todo el mundo. Fue consciente de que esta predicción no sólo la cumplirían los bhikkhus, sino que sería necesario preparar bien a profesores laicos. Por este motivo, puso la técnica, que hasta ese momento había estado restringida a los bhikkhus, a la disposición de los laicos.

Aunque formó a algunos bhikkhus para que enseñaran, también nombró a un agricultor llamado Saya Thetgyi como profesor. Después de él, el anagami  padre de familia Saya Thetgyi enseñó la técnica a mucha gente, y también formó a algunos profesores laicos, entre ellos, al profesor Sayagyi U Ba Khin que tuvo mucho éxito enseñando el Dhamma a extranjeros; y fue a través de su compasión que yo obtuve la técnica de Vipassana.

Para cumplir el deseo del Dhamma de Sayagyi, me comprometí a traer a la India lo que había aprendido sentado a sus pies. Por consiguiente, en 1969 vine a la tierra de mis antepasados con esta preciosa técnica. Mucha gente de la India la aceptó de buen grado, y la técnica se empezó a reestablecer aquí después de un intervalo de casi dos milenios. También comenzó a extenderse por muchos otros países, permitiendo que la humanidad sufridora de todo el mundo se beneficiara de la enseñanza de liberación de Buddha.

Por lo tanto, repito una y otra vez que no sólo yo sino todos los meditadores de Vipassana que se han beneficiado de esta técnica se lo agradecen a Myanmar, y seguirán agradeciéndole siempre. Están muy agradecidos al Bhikkhu Sangha, a la tradición del profesor-alumno, que conservó el pariyatti y el patipatti en su pureza prístina, y lo estarán siempre. ¿Cómo puede un meditador de Vipassana olvidarse de la deuda a Myanmar? Ser agradecido es un fuerte indicio del progreso en el Dhamma. La gratitud es muy beneficiosa. Así que, todos estamos muy agradecidos.

El Dhamma es munificente al principio, el Dhamma es munificente en el medio, el Dhamma es munificente al final. El Dhamma, es decir, sila, samadhi, pañña, son munificentes y beneficiosos en toda su trayectoria para cualquier persona que camina en él practicándolo. Cada paso tomado en el camino del Dhamma da resultados sanos aquí y ahora ; ningún paso, ni ningún esfuerzo tomado en el camino son desaprovechados.

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